sábado, agosto 16, 2008

Ocurrencias de los alumnos. Parte VII

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Imagen de Paul Worthington

Como todos los años, la junta de bienvenida de la escuela donde trabajo se celebró el viernes antes de dar inicio a clases. Desafortunadamente para mí (y para todo el personal docente de la escuela), la fecha y hora de la junta de bienvenida coincidió casi exactamente con la inauguración de los Juegos Olímpicos. Siento que no fui el único maestro que asistió a regañadientes al auditorio escolar, sabiendo que millones de personas alrededor del mundo estaban viendo una de las inauguraciones más espectaculares de todos los tiempos. Afortunadamente para mí, mi novia tuvo la excelente idea de grabármelas y su mamá tuvo la delicadeza de copiarme el evento en DVD.

Éste es mi tercer año dando clases de manera oficial. En años anteriores, la junta de inicio de año había sido una experiencia totalmente aterradora. Eso de ver a tu lado a todos los profesores que alguna vez te dieron clase y darte cuenta de que ahora eres uno de ellos, puede llegar a impactar bastante la primera ocasión. Esta vez, me pareció lo más normal del mundo. Sin embargo, al ver las expresiones en los rostros de los maestros de nuevo ingreso, recordé ese sentimiento de emoción y extrañeza.

Finalmente, el inicio de clases llegó y, a pesar de toda la preparación física y mental a la que voluntariamente me sometí durante el fin de semana anterior, me costó mucho trabajo levantarme a esa hora. Vi al reloj despertador con cierto recelo y, a pesar de las circunstancias, me armé de valor y me levanté a arreglarme para el primer día de clases.

La primera clase transcurrió normalmente. Había en el fondo un grupo de niñas que aún parecían interesadas en platicar de las vacaciones, pero nada grave. Me he dado cuenta de que mi manera de dar clase también ha evolucionado bastante desde que inicié mi labor docente. Recuerdo que el primer día de clases, les explicaba el curso, la forma de evaluación, las reglas de puntualidad, trabajos, satisfacción del curso, etc. Todavía me daba tiempo de iniciar el primer tema y avanzar en la presentación. Este año, apenas y me dio tiempo de terminar la introducción al curso. Creo que ahora puedo hablar con más confianza que hace 2 años. Lo cierto es que el primer día de clases que di en aquella ocasión, estaba francamente aterrorizado. Ahora me siento mucho más cómodo dando mi clase. Supongo que es un buen inicio.

Por otra parte, siempre que inicio un nuevo curso, les pido a mis alumnos que me envíen un correo electrónico con sus datos, su expectativa del curso, y qué es lo que quieren estudiar, para tener una mejor perspectiva del tipo de alumnos que tengo y hacia dónde enfocar mi clase. En esos correos recibo una cantidad tremenda de información por parte de los alumnos. Recibo experiencias pasadas en cursos (buenas y malas), recibo los pasatiempos de varios alumnos, los intereses, y siempre hay alguien que trata de hacerme la barba a través de estos correos electrónicos. A algunos, les sale mejor que a otros, pero definitivamente, hay correos que me hacen sentir mucho mejor que otros. Pocas veces, me encuentro con correos de alumnos en los que siento que sí hay algo de honestidad en las cosas que me escriben. Quisiera compartir un fragmento de uno de estos correos que me hicieron sentir muy bien:

Ahora, ¿qué espero del curso de computación? En primera instancia lo que espero es ver qué tanto disfruto el curso. Debo confesar que antes de 5°, computación no era ni mi fuerte ni mi hit (estaba en el punto de que no sabía usar otra cosa que no fuera "printf") y de hecho área I no me atraía del todo justamente por la materia en cuestión. Pero oh sorpresa, el año pasado me volviste una nerd/geek de computación, más bien de programación, y era feliz haciendo los proyectos, aunque luego los compañeros eran más estresantes que el proyecto mismo jojo. No sé los demás pero para mi has sido el mejor maestro que hemos tenido. El punto es que entendí lo que no pude entender en 4 años, y descubrí que no soy taaan mala en esto y que me gusta, y hasta lo estoy considerando como carrera.

Independientemente de si es verdad o no, debo confesar que este comentario me hizo el día. Estoy muy contento de que alguien me exprese de esta manera el esfuerzo que trato de imprimirle a todas mis clases. Por suerte, es una chica que sí ha sacado buenas calificaciones conmigo el año anterior y que sí noté cierto gusto por lo que estábamos trabajando. Ojalá y no la defraude.

4 comentarios:

PoNCh dijo...

Que bueno que lo valoran, Inge. Me hubiera gustado mucho tomar clase con usted alguna vez.

Aunque va a tener que explicarme qué es eso de "programación" porque hasta la fecha veo que lo menciona mucho y no tengo NI IDEA a que se refiere jajajja.

Saludos!

Ale Ruiz Llópiz dijo...

Hola Ruy
Te deseo lo mejor este año. Eres un buen maestro y bueno, más que enseñar computación o programación, nos enseñaste una forma de estructurar. Como dicen mi carrera: "No hay que pensar EN arquitectura, hay que pensar CON arquitectura". Creo que tú logras que pensemos con computación y eso me ha sido muy útil.
Que tengas un bonito año!

Unknown dijo...

Muchas gracias por sus comentarios. La verdad es que últimamente he tenido tanto trabajo que este tipo de cosas tienen un gran valor para mí. Hacen que sienta que todo lo que hago está valiendo la pena.

Anónimo dijo...

vale la pena, bien lo dices y creo que ya lo habías visto y ya lo habías oído de mí por ejemplo (sí, creo que sospechabas bien uno de los comentarios anónimos) Ahí nos tomamos una cerveza en la semana